Comunicación política sin "enlatados"

Durante años una buena parte de los consultores han asesorado en distintas latitudes aplicando recetas y experiencias que nada tienen que ver con el contexto donde trabajan. Para comunicar con impacto real, es fundamental conocer casi etnográficamente el terreno, la cultura política y la dinámica local.

En comunicación política hay muchos tipos de consultores y profesionales. Aquellos que salen de su propia geografía enfrentan el desafío de plantear estrategias y acciones para alcanzar a públicos diferentes, con particularidades derivadas de la historia, la política, las condiciones socioeducativas y la cultura locales. Un consultor en comunicación política debe, en primer lugar, adentrarse en la lógica política y comunicacional del lugar donde ejerce, para luego, abocarse al entendimiento de sus públicos, principales receptores de sus acciones.

"¿Tajaí?" de Sergio Massa es un buen ejemplo del intento de aplicar una comunicación "enlatada" en Buenos Aires a otra geografía, que fue muy criticada y ridiculizada en múltiples memes.

En los últimos tiempos, con la mayor profesionalización de la comunicación política, se observa un crecimiento de la demanda que ha potenciado el desarrollo de más y mejores consultores "locales". Éstos se van convirtiendo, producto de la experiencia sostenida en una geografía, en verdaderos expertos en tanto comprenden y emprenden con éxito acciones de comunicación que logran legitimidad y votos para sus clientes (políticos e instituciones).

¿Y el "enlatado"?

El paquete pre armado de servicios de comunicación que una consultora ofrece a todos sus clientes, sin importar quiénes sean o dónde estén, se suele denominar en la jerga profesional "enlatado". Lejos de juzgar su utilización, la idea aquí es repensar su eficacia en estrategias de alta segmentación como las actuales. Mensajes y herramientas cada vez más específicas dejan poco margen para propuestas "enlatadas" aplicables a varios clientes por igual.

Quizás, el desarrollo profesional de la comunicación política fuera de las grandes ciudades termine por desterrar las consultorías importadas que poco pueden aportar a la búsqueda de conexión con públicos locales más demandantes, sofisticados y conocedores del mundo de la comunicación y la política.